Cada uno recoge lo que siembra...

Quedaban 10 días para que terminase el año, un año, el 2012, que me resultará difícil de olvidar el resto de  mis días, un año que para mí empezó en marzo, cuando me deshice y desligué total y absolutamente de una de las personas a las que mas cariño había cogido en la universidad, un año que a pesar de mis dudas de echar una beca llamada Talentum de Telefónica en mayo, influiría en mi vida como nunca nada lo había hecho antes.

En mayo fue cuando empezó a formarse el que soy ahora, un chico que solo tiene ganas de aprender, de luchar por lo que creo y no de ser una oveja más en el gran rebaño de similitudes que vivimos...

Diez días para acabar el 2012, y aún recuerdo todos y cada uno de los momentos más maravillosos que había vivido, la primera vez que entré al Edificio de Telefónica como un simple crío, aún sigo siéndolo, pero con mucha más personalidad, conocimientos e ilusión de las que en ningún momento me pude imaginar alcanzar, el momento en el que al ir al Circo Price en Red Innova me comunicaron que era becario, los momentos en los que gané 2 premios en 15 días, eso jamás se me olvidará, esos 10 días pensaba que iban a ser de recuerdos y agradecimientos y no de sorpresa, como fueron...

Tras haberme deshecho de lo que me estorbaba, escribí al que llevaba las Becas Talentum, Jaime Angulo, para comentarle todo, tanto que había ganado el hackathon a idea más original como que el jurado me dijo que siguiese adelante con mi idea, porque iba a ser muy útil, esto se lo puse, primero agradeciendo a Telefónica y a Talentum todo lo que había vivido, y que sin ellos seguro no hubiera vivido nada de esto, y segundo, pidiéndoles la Beca Talentum Short Track del verano 2013, "yo solo quiero que la app sea útil a la gente, hacer algo que ayude..."

Justo 2 días después, recibí un correo del mismo Jaime, diciendo que los que llevaban la Beca Talentum, Rosalía y Chema, me habían concedido la Beca Talentum Short Track del verano de 2013, de nuevo, y tal como me está ocurriendo ahora mientras escribo esto, lloré, lloré de felicidad porque me consideraba un chico con suerte, un chico que al fin y al cabo, estaba recogiendo lo que había ido sembrando estos meses, que sin duda habían sido los mejores de toda mi vida.

El 2013, pensé minutos antes de terminar el año, va a ser maravilloso, solo espero que también vaya recogiendo lo que he ido sembrando...porque al fin y al cabo seguía siendo el mismo, el mismo pero con más fuerza, más convicción y sobre todo, más ganas de aprender y vivir...

2012 GRACIAS, GRACIAS, Y GRACIAS